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El rincón de la piel sana

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¿Buscas una rutina corporal para pieles sensibles?

Rutina corporal para pieles sensibles en 2 pasos: Limpieza e hidratación

 

A menudo se nos olvida que hay piel más allá del cuello, y justo en esta estación en la que entramos de más frío, la piel del cuerpo en general se suele resecar más. Si, además, tienes la piel sensible es muy probable que padezcas más brotes en durante esta época, por lo que se recomienda hacer hincapié en seguir una rutina corporal para pieles sensibles. Una piel bien hidratada es una piel más flexible y fuerte.

En el caso de las pieles sensibles, se debe prestar especial atención a los productos empleados tanto en el baño como posteriormente en la hidratación, ya que son pieles reactivas, irritadas o muy sensibilizadas que necesitan de ingredientes especiales para su condición. El objetivo de una buena rutina de cuidado corporal para pieles sensibles siempre será reforzar la función barrera de la piel y su microbioma, para que, dentro de sus posibilidades, esté lo más reforzada posible.

 

Pasos imprescindibles de una rutina corporal para pieles sensibles

 

1- Limpieza corporal

Todo cuidado de la piel del cuerpo empieza en el baño o ducha diarios. Mantener la piel limpia es muy importante para evitar bacterias y virus. Al fin y al cabo, nuestra piel es nuestra barrera principal contra als agresiones externas y debemos cuidar que siempre esté en el mejor estado posible. No tengas miedo a ducharte varias veces al día si lo necesitas, pero sí ten especial cuidado con el gel que escojas para la limpieza de tu piel ya que los geles químicos y los jabones pueden ser muy agresivos y resecar tu piel en vez de hidratarla o generarte irritación. En el caso de las pieles sensibles, siempre buscaremos geles u oleogeles con una fórmula muy suave, que contengan activos calmantes y sin jabón. El pH deberá ser lo más parecido al pH cutáneo, es decir, alrededor del 5.5.

 

Para las pieles sensibles es ideal la Emulsión sin Jabón con aceite de Oliva o el Aceite de Ducha, formulado con lecitina natural y aceite de aguacate. Limpian en profundidad la piel sin resecar, dejando sensación de confort tras el baño. Además, son respetuosos con el microbioma y el pH natural de la piel.

 

2- Hidratación corporal

El siguiente paso corresponde a la hidratación de la piel corporal. Si bien hay épocas en las que nuestra piel se resiente más debido a las temperaturas extremas (tanto calor como frío), lo ideal es mantener una rutina de hidratación corporal durante todo el año. En este caso, es imprescindible que añadas una crema o loción hidratante a la rutina corporal para pieles sensibles.

Para que la crema hidratante haga su mejor efecto, aplícala después del baño con la piel todavía húmeda. De esta forma sellará la capa hidrolipídica de la piel además de proporcionar el extra de hidratación que necesitas.

 

La Leche Corporal Hidratante de Sebamed está indicada para pieles normales a secas, y se tolera perfectamente en pieles sensibles, ya que contiene ingredientes emolientes y calmantes como la Camomila y la Alantoína. Para las pieles más secas y sensibles, la aliada perfecta será la Sebamed Loción enriquecida, que contiene ingredientes en su fórmula tan emolientes como el aceite de almendras dulces o la manteca de karité.

 

Por último, ¡no olvidemos las manos! También forman parte de la piel del cuerpo, y a menudo suelen pasar desapercibidas en nuestra rutina diaria. Con el frío y su constante exposición, son las más perjudicadas en invierno. Es por ello que recomendamos hidratarlas con un producto específico, que sea reparador pero ligero como la crema de manos intensiva para pieles sensibles de Sebamed.

Artículo escrito por Anna Fuster de @partners.incream. 

anna fuster