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El rincón de la piel sana

La piel del cuerpo la gran olvidada

La piel del cuerpo, la gran olvidada

¿Sabías que la piel es el órgano más grande que tenemos en nuestro organismo? Por eso es muy importante darle el cariño y el protagonismo que se merece. En Sebamed conocemos bien las necesidades de todo tipo de pieles, en especial las de las pieles más sensibles y secas. Pero si una característica destaca entre todas las gamas de productos de Sebamed es la capacidad que tiene de balancear el pH de la piel y reforzar el manto ácido de la piel para mantenerla siempre sana y protegida de agentes internos y externos que puedan poner en peligro este balance.

Pero ¿cómo podemos empezar a cuidar nuestra piel? ¿Por dónde se empieza?

Puede que te asalten mil preguntas en el momento en el que decides empezar a cuidar tu piel con una rutina de higiene y cuidados adaptada a tu tipo de piel y a sus necesidades. Pero puede ser también que no sepas por dónde empezar. 

Para entender bien el cuidado de la piel en general, es crucial entender cómo funciona, y cómo se defiende nuestra piel. Nuestra piel tiene diversas capas, siendo las principales la dermis -la capa más profunda-, y la epidermis, la capa más externa.

En la epidermis tenemos los corneocitos, que vienen a ser como los ladrillos que forman esa barrera física de defensa de nuestro organismo. Junto con los lípidos cementante, forman la famosa función barrera. Esta barrera de la piel debe estar sana y fuerte, para poder actuar como esta primera defensa. Para estarlo, debe estar bien hidratada en todos los aspectos.

La piel se hidrata de forma natural, es lo que conocemos como el FHN o factor de hidratación natural de la piel. También se crean aceites, y junto con la hidratación en forma de agua forman el manto hidrolipídico de la piel, que envuelve estos corneocitos. Las cremas hidratantes tienen la principal función de hidratar, pero, sobre todo, de evitar que esta propia hidratación se escape.

El último punto que debemos entender de la piel es la famosa microbiota: unos patógenos, microorganismos que viven en nuestra piel y la defienden, de forma física y química. Evitan que otros patógenos (como la bacteria del acné, la C.acnés) puedan penetrar y formar una patología.

¿Qué puede alterar la función barrera de la piel?

En primer lugar, tenemos factores externos como podría ser el medioambiente, el clima o la radiación solar. Éste último factor es uno de los principales causantes de agresiones a la función barrera.

Luego existen también factores propios que pueden alterarla, como son: la alimentación, el consumo de tabaco, alcohol o incluso el uso indebido de cosméticos muy agresivos.

¿Cómo podemos reforzar esta función barrera y ayudar a la piel?

El primer punto es básico: la protección solar. Es el escudo principal que nuestra piel necesita. La radiación solar deshidrata, inflama y nos oxida. Y todo ello conlleva envejecimiento prematuro, manchas, y obviamente problemas graves de salud como el cáncer de piel.

Por otro lado, debemos cuidar la alimentación e intentar evitar alcohol y tabaco. Finalmente, con los cosméticos adecuados podemos reforzarla mucho y ayudar a que nuestra microbiota esté sana.

Una buena limpieza, mañana y noche nos puede ayudar. Pero debemos ser muy cuidadosos/as y usar limpiadores que no resequen nada la piel. La piel nunca debe quedar tirante tras la limpieza, si eso ocurre, es una señal de que algo no hacemos bien.

La hidratación es básica, en forma de crema al menos una vez al día. Y si podemos incluir productos con pre y postbióticos mejor.

¿Y en el cuerpo, funciona igual?

Por supuesto, pero la piel del cuerpo es la gran olvidada hasta que llega el calor. Si durante el año vamos haciendo una rutina mínima corporal, durante los meses de verano lo agradeceremos.

Una rutina básica corporal sería: limpieza suave, a poder ser con oleo-gel o gel sin jabón suave. Luego, al salir de la ducha, con la piel húmeda aplicar una buena crema hidratante con ingredientes emolientes y humectantes que protejan la piel. Con la piel un poco húmeda ayudamos a sellar más esa hidratación.

Esta rutina básica nos ayudará a tener la piel más saludable, elástica y flexible. Eso se traduce en menos heridas, y sobre todo, en menos arrugas y flacidez a futuro.

Hidratar la piel hoy, funciona como preventivo anti edad.

Para los/las que quieran ir un paso más allá, se puede exfoliar la piel una vez a la semana para ayudar a la renovación celular. Ayudamos a que la piel se libere de esas células muertas y apagadas que conforman la última capa de la piel que vemos. Así, la piel se verá más suave y luminosa. También funciona como preventivo anti edad y ayuda con la rosácea. Se pueden usar exfoliantes físicos (con gránulo muy finito), o químico.

Por último, en algunas zonas del cuerpo como cuello y escote podemos usar los mismos cosméticos faciales o específicos para tratar la zona.

Además, descubre la gama de productos de cuidado corporal y cuidado facial de Sebamed, donde encontrarás una amplia selección de productos para todo tipo de necesidades y pieles. Construye tu propia rutina de cuidado corporal, llevando una correcta higiene e hidratación específicamente para tu tipo de piel y su necesidad.

 

Artículo escrito por Anna Fuster de @partners.incream. 

anna fuster